En medio de la paralización de la renovación del concierto sanitario de MUFACE, diez sindicatos se han manifestado frente a aseguradoras y sedes de la mutualidad, exigiendo soluciones inmediatas para garantizar la asistencia sanitaria de los funcionarios. La situación afecta también a las mutualidades de militares y personal de justicia, cuyos convenios están suspendidos en los tribunales.
Ignacio Guerrero, presidente de Unipromel, señala que el problema radica en la infrafinanciación de la sanidad concertada, donde los baremos que perciben los médicos llevan décadas congelados, mientras los costes operativos siguen en aumento. Guerrero subraya que esta crisis no solo perjudica a los profesionales de la salud, sino también a los mutualistas, quienes enfrentan una preocupante incertidumbre respecto a su atención médica.
La denuncia de Unipromel y otras asociaciones alerta sobre el desequilibrio financiero en la asistencia sanitaria concertada frente a la pública. Mientras tanto, el gobierno asegura que prorrogará los convenios actuales, aunque las aseguradoras han mostrado reticencias respecto a su participación en futuras licitaciones.
Los sindicatos y Unipromel coinciden en la urgencia de un plan de asistencia sanitaria estable a largo plazo, que garantice la sostenibilidad del sistema y evite que mutualistas, incluidos dos millones de personas, queden al margen del sistema. Según Guerrero, “la desaparición de MUFACE sería un golpe devastador no solo para los mutualistas, sino para el sistema sanitario en su conjunto, incapaz de asumir este volumen de usuarios”.