Noticia publicada en La Vanguardia
Los médicos privados se han hartado. Después de décadas perdiendo derechos a favor de las aseguradoras, han decidido pasar a la acción para conseguir dejar de cobrar “cuatro perras por consulta”: entre 7 y 10 euros la primera consulta y, si es preciso ver al paciente en 30 días, esta segunda consulta no se cobra. Por ello, se están aglutinando en torno a las asociaciones y los colegios profesionales, porque “esta situación ya no se puede sostener más”. “Las retribuciones llevan congeladas más de 30 años y sin posibilidad de negociación por parte de los médicos en la mayoría de los casos. El médico que trabaja en el ejercicio privado cobra menos que hace sesenta años”.
Estas son algunas de las quejas que se escucharon en el IV Congreso Nacional de Ejercicio Privado de la Medicina, celebrado en Madrid, en el que escenificaron la unión de los 65.000 médicos que ejercen en la privada contra la precariedad a la que se enfrentan.
Ignacio Guerrero, presidente de Unipromel, insistió en la necesidad de “unirnos para denunciar los baremos aún vigentes desde los años 90 y negociar nuevos. Es hora de que todos los actores: aseguradoras, grupos hospitalarios, médicos y pacientes abramos una mesa de negociación con la que se sienten las bases de un nuevo modelo de relación, ya que el actual está enfermo”. Porque, como explicó Carlos Hernández, abogado del Colegio de Médicos de Madrid (Icomen), “las primas a los pacientes no dejan de subir, mientras los baremos médicos siguen ahí”. Son baremos de miseria, aseguraron los ponentes.
María Cordón, vocal de Ejercicio Libre del Icomen, “el eslabón más débil de la cadena es el médico que recibe toda la tensión de la cuenta de resultados viendo reducidos sus honorarios médicos por acto compensándolo con gran volumen de pacientes”, indicó.